Las ventajas informático-predictivas en el uso de la IA no marcarán la diferencia para las empresas con visión innovadora y a largo plazo, sino que estas lo harán, fundamentalmente, por la capacidad autogestionaria y anticipatoria del capital humano de sus organizaciones.
La comunicación prospectiva desarrolla dichas capacidades al hacer más eficiente toda la dinámica comunicativa empresarial, nivelando y canalizando el avance exponencial de la IA.
¿Sabes qué es y cómo puede llevar a tu empresa a una posición de vanguardia y elevar el valor de su reputación corporativa?
En este pequeño artículo te cuento en qué consiste y de las ventajas de incorporar sus criterios en tu organización.
Sabemos que la IA es toda una realidad y que abandera la industria 4.0. Los factores de productividad elementales en los que se asientan las empresas líderes están siendo revolucionados por esta. La hiperespecialización, la hiperconectividad, la automatización y la estandarización de procesos han sido repotenciadas por dicha nueva tecnología, la cual cada día progresa sin un aparente límite.
Pero, a propósito de esto, la necesidad de que se unifiquen los soportes intangibles de toda organización se hace imperioso también. El liderazgo, la comunicación efectiva, la motivación laboral y el impacto socio-cultural demandan, más que nunca, un enfoque creativo-integral que pueda sintetizarlos en una sola visión.
La comunicación prospectiva es una meta-perspectiva que unifica la comunicación estratégica con la inteligencia estratégica empresarial (BI) para responder a dicha demanda. Esta busca fortalecer el crecimiento de las organizaciones a través de la autogestión y la anticipación como principios transversales que integran la comunicación corporativa, la cultura organizacional y la gestión del talento.
La principal virtud de esta meta-perspectiva es la flexibilidad. Esta empieza reconociendo e incorporando el capital cultural de los colaboradores a la cultura organizacional de la compañía, para garantizar así un eficiente impacto ético en todos los miembros (sinergia estratégica). Esto, a su vez, posibilita la autogestión del talento y permite adaptar procesos comunicativos simplificados, orientados al aprovechamiento cualitativo del tiempo. Los principales beneficios de esta son:
- Afianza la lealtad y el compromiso del colaborador al conciliar su propósito personal con el propósito de la compañía, lo que genera un clima laboral positivo y estimulante.
- Se repotencian las capacidades de los colaboradores debido a la experiencia de comunidad: la comprensión de la trascendencia global de sus funciones genera una actitud autogestionaria que los reconecta con sus propios talentos a un nivel más íntimo y profesional a la vez.
- La auto-motivación y el auto-liderazgo (actitudes autogestionarias) generan una relación multidireccional e interdependiente entre áreas y en la comunicación interna en general, la cual no atenta contra las jerarquías ni contra las líneas de reporte directas.
- Y, por último, una comunicación multidireccional e interdependiente basada en la autogestión del talento, facilita la recreación conjunta de conocimiento y la anticipación para la toma de decisiones innovadoras.
Vemos pues cómo la comunicación prospectiva se caracteriza por la flexibilidad y persigue la autogestión del talento como medio indispensable para brindarle a las organizaciones eficiencia prospectiva, la cual no es otra cosa que el ahorro y el aprovechamiento creativo del recurso más valioso: el tiempo.
El camino más seguro para elevar el valor corporativo y la reputación de una compañía desde la interna se encuentra en una síntesis estratégica de todos sus soportes intangibles, la cual debe estar orientada al aprovechamiento cualitativo del tiempo como principal recurso para la capitalización del conocimiento y de la innovación. Solo la capacidad de pensar y de crear pueden brindarle sentido y valor al desarrollo irrefrenable de la IA; siendo ese el fin de la comunicación prospectiva.